El cepillado dental es la mejor manera de eliminar la placa dental. El uso del cepillo y la pasta dentífrica proporciona acción anticaries, antihipersensibilidad, antiséptica o antimanchas.
La placa dental o biofilm es el principal agente causantes de la caries y de las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis). Si no se elimina de las superficies de os dientes ya es clínicamente visible después de 24 horas sin higiene, instalándose primero en área cervical y en los espacios interdentales, pasando después a todas las superficies de los dientes. Pasadas las 48 horas sin higeiene las encías ya muestran inflamación (gingivitis) que progresará si no se actúa.
Vemos por tanto la importancia del cepillado. De ahí que la Federación Dental Internacional ha establecido que el cepillado dental con una pasta fluorada dos veces al día es el patrón básico del cuidado dental personal y puede mejorarse con el uso de seda dental o cepillos interproximales y de colutorios fluorados o antisépticos.
¿Cuándo cepillarse?
La frecuencia recomendada es de dos veces al día; una por la mañana y otra por la noche antes de acostarse. Lo ideal es cepillar los dientes tres veces al día, después de cada comida para eliminar los restos de carbohidratos generadores de ácido, especialmente después de haber tomado dulces. El cepillado más importante es el de la noche, antes de acostarse, orque durante la noche la saliva disminuye y pasan muchas horas que aprovechan las bacterias de la placa para adherirse a los dientes.
¿Cuánto tiempo?
Para prevenir la caries la frecuencia del cepillado es muy iportante. El tiempo recomendado es de tres minutos. Generalmente se emplea mucho menos, aproximadamente un minuto, lo cual no es suficiente para eliminar la placa. Es necesario motivarse para prolongar su duración hasta los tres minutos.
¿Cómo?
Existen diferentes técnicas de cepillado. Cualquier técnica es válida si obtiene el resultado esperado que es la eliminación de la placa sin producir lesiones en los dientes ni en las encías. Lo importante es adopta un sistema y un orden para llegar a todas las zonas y seguirlo rutinariamente porque si la técnica no es adecuada se actuará de manera desigual sobre las piezas. Generalmente un diestro insiste más en el lado izquierdo.
Los movimientos deben ser primero verticales desde la encía hacia el borde del diente para expulsar la placa dental hacia fuera y no hacia la encía. Junto a las encías se debe cepillar haciendo movimientos rotatorios de masaje sin desplazamiento para fortalecerlas. Los movimientos horizontales se aplican sobre las superficies masticatorias de las muelas.
Para los niños resulta más fácil el cepillado con movimientos horizontales hasta que adquieran la destreza necesaria. No se debe ejercer excesiva fuerza para no dañar las encías, lo que acaba provocando su retracción que deja cada vez más expuesto el cuello y la raíz de los dientes.
(continúa…)
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Bibliografía: Extracto de Salud Bucodental, Guías para profesionales, del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
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